miércoles, 17 de noviembre de 2010

Gritos al Aire

Y así fue como la estructura que debía ser supuestamente perfecta se destruyó, pedazo a pedazo se fue cayendo, los pilares en los que se sostenía se derrumbaron por su cuenta, sin dar previo aviso de la devastación que causarían... 

Esa estructura llamada familia se fue al carajo, todo lo que pensé que por fin se estaba volviendo a reconstruir se fue al piso de un día para el otro, solo por no pensar un poco más, por no dejar de ser egoístas y pensar un poco, tan solo un poco en los demás, por dejar siempre avalar comportamientos y actitudes pendejas para gente de su edad... Nunca entendieron que si hubieran hecho las cosas bien desde un principio, esto no hubiese ocurrido... Quizás, no hubiera tomado decisiones, tal vez no hubiese adoptado la mala costumbre de sentir el filo en mi piel.

No puedo ser la responsable de sus actos, no son niños, no tengo porque dar una disculpa cuando a la que dañaron fue a mí, a la que llevan años dañando es a mí, no es orgullo, es dolor, es pena, tristeza, frustración y decepción... Es que simplemente siento que ya no puedo volver a confiar porque cada promesa es rota en cuestión de tiempo, desde que tengo uso de la razón que escucho las mismas palabras una y otra vez... y no veo cambios... a veces siento que es la propia experiencia de vida la que te hace ser de tal manera, y yo no quiero ser una persona que acostumbre a romper promesas ((porque ya lo he hecho)), no quiero convertirme en eso... No quiero ser una manzana que está en peligro de podrirse por culpa de las demás que ya están podridas...

No quiero ser como ustedes. 

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